Descubre las diferencias reales entre aerolíneas low cost y regulares
Aunque las líneas divisorias son cada vez más difusas, ¿cuáles son las claves para distinguir a las aerolíneas low cost de las regulares? Aquí te contamos las diferencias reales.
La irrupción de las aerolíneas low cost en el mundo de los viajes supuso una auténtica revolución. Viajar empezó a ser accesible para personas con todo tipo de presupuestos y las compañías aéreas tradicionales se pusieron las pilas y comenzaron a cambiar su manera de trabajar. Aunque las líneas que diferencian ambos tipos de aerolíneas son ahora más difusas que nunca, pues muchas aerolíneas regulares lanzaron sus propias low cost, hoy queremos hablar de qué las hace realmente distintas a ambas y cómo se han ido acercando con el paso de los años en algunos puntos.
- Servicios que se ofrecen
El concepto de aerolínea de bajo coste nació para denominar a aquellas compañías que para poder ofrecer mejores precios en sus billetes de avión ofrecen servicios limitados. Así, la mayor diferencia entre aerolíneas low cost y regulares (sin tener en cuenta los precios) es que, a grandes rasgos, las primeras no operan servicios de comidas o de prensa gratuitos, no permiten llevar más de un bulto de equipaje de mano ni facturar de otra manera que no sea pagando y no suelen ofrecer ningún tipo de manta o almohada que haga más cómodo el viaje.
En aras de disminuir los costes operativos y, en consecuencia, los de los billetes, todo aquel servicio extra debe ser pagado por aquellos que lo necesiten. El número de servicios de pago ha ido incluso aumentando con el paso de los años. Así, algunas aerolíneas de bajo coste, como es el caso de la irlandesa Ryanair, obligan a facturar de manera ‘online’ y llevar la tarjeta de embarque impresa o en el móvil. De otra manera, también se tendrá que abonar la correspondiente tasa.
- Tipos de asientos a elegir
Al contrario que en las aerolíneas regulares, en los aviones de las low cost no encontrarás asientos divididos en clase business o preferente. Aunque algunas compañías de bajo coste sí que suelen reservar algunas de las filas al inicio del avión para aquellos pasajeros que quieran pagar por sentarse en ellas, la mayoría no distingue entre clases.
Por otro lado, el número de pasajeros que caben en los aviones de las low cost suele ser superior al de los que van en las regulares, lo que implica asientos con menos espacio para las piernas y menos reclinables. En el apartado de asientos, también hay que considerar que tanto las aerolíneas de bajo coste como las regulares están acercando sus posiciones a la hora de seleccionar butacas. La mayoría de las actuales low cost solo permite reservar número de asiento en el proceso de facturación en línea y pagando por el servicio.
Las aerolíneas regulares, en cambio, suelen permitirte escoger asiento al hacer la reserva (pagando), pero te dejan elegirlo de forma gratuita cuando se abre el período de facturación. En ambos casos puede haber asientos de pago, como es el caso de los situados en los de salidas de emergencia, con mayor espacio para estirar las piernas.
- Equipaje permitido
Aunque, nuevamente, aquí las líneas divisorias son muy difusas, en la mayoría de las ocasiones, las aerolíneas de bajo coste no permiten facturar ningún bulto de equipaje de manera gratuita. Se trata de un servicio de pago que suele encarecer bastante el billete. Sí que es posible llevar un bulto de equipaje de mano con unas medidas y pesos restringidos. Aun así, Ryanair ha iniciado una nueva tendencia y ha instalado un nuevo sistema híbrido: desde el 15 de enero de 2018 solo permitirá llevar contigo en la cabina un bolso o mochila pequeños, que no superen las medidas 35 x 20 x 20 cms., a no ser que pagues el “embarque prioritario”.
En el caso de no querer abonar dicho importe, tu equipaje de mano será enviado gratis a la bodega y tendrás que recogerlo en la cinta del aeropuerto al que llegues. También se ha notado en los últimos años una tendencia creciente de exigir el pago por equipaje facturado por parte de las aerolíneas regulares. Aquellos tiempos en los que se podían facturar de manera gratuita maletas de hasta 32 kg. van quedando en el olvido y es necesario comprobar el peso permitido por la aerolínea a la hora de reservar billetes de avión.
Sin embargo, si necesitas llevar gran volumen de equipaje (por ejemplo, te vas de mudanza), suele ser mucho más rentable volar con compañías aéreas regulares, pues los precios por facturar bultos adicionales resultan muchas veces más económicos. Finalmente, las aerolíneas low cost suelen ser más estrictas a la hora de controlar las dimensiones y pesos, tanto a la hora de facturar como de embarcar.
- Formas de hacer la reserva
Las aerolíneas low cost se ciñen a promocionar la venta de sus billetes a través de Internet y, a poder ser, a través de su propia página web. De esta manera, se ahorran los honorarios que puedan querer cobrar otros intermediarios. En ocasiones, cobran incluso por usar determinados métodos de pago como las tarjetas de débito o crédito. En cambio, las aerolíneas regulares cuentan con mayores canales de venta como las agencias de viaje.
- Aeropuertos de salida y de destino
Una de las claves para abaratar costes de las low cost es utilizar, en ocasiones, aeropuertos pequeños, normalmente ubicados más lejos de la ciudad, que tienen tasas aeroportuarias y de manipulación más bajas que los aeropuertos principales.
Estos aeropuertos secundarios a veces subvencionan a las aerolíneas de bajo coste, puesto que atraen a más turistas a sus ciudades. Además, suelen estar menos congestionados, sobre todo a primera hora de la mañana y última de la noche, lo que evita retrasos de tráfico aéreo y se aprovechan mejor las tasas de aterrizaje. Por ello, de cara a analizar las diferencias reales entre aerolíneas low cost y regulares, es importante localizar dichos aeropuertos.
Aunque el precio sea la variable principal a la hora de reservar un billete de avión, también es aconsejable comprobar a qué distancia de la ciudad se encuentra el aeropuerto de llegada o salida, y los precios del transporte para llegar hasta allí, pues pueden encarecer el viaje.
- Tipos de vuelos: con o sin escalas o de corta o larga distancia
Otra de las diferencias básicas entre aerolíneas de bajo coste y regulares es que las tradicionales suelen ofrecer vuelos largos y con escalas, mientras que las low cost acostumbran a operar vuelos cortos y sin escalas. Esto suele ser porque las rutas simples, sin escalas, mejoran el rendimiento de los aviones y reducen la posibilidad de trastornos por pérdida de equipajes o retrasos.
Obviamente, si quieres volar con una compañía low cost a un destino, pero no tiene vuelos directos, puedes optar por comprar dos billetes de avión separados y hacer tu propia escala. Sin embargo, ten en cuenta que estarás tomando vuelos independientes y que esto puede tener inconvenientes.
El primero de ellos es que, tras el primer vuelo, necesitarás recoger tu equipaje, facturar de nuevo y pasar por los controles de seguridad, con lo que necesitarás tiempo suficiente. Por otro lado, en el caso de que el primer vuelo se retrase, la compañía no tiene ninguna obligación de recolocarte en otro vuelo o compensarte de ninguna manera si no has llegado a tiempo para embarcar en el segundo.
Por otro lado, también es obligatorio comentar en este apartado que la última tendencia en el mercado de las aerolíneas de bajo coste es la aparición de vuelos de larga duración. En estos momentos, compañías low cost como Level o Norwegian operan vuelos que unen Europa y América por unos precios increíbles.
- Modelos de avión
Otra de las diferencias entre aerolíneas de bajo coste y regulares es que las primeras suelen tener el mismo modelo de avión en toda su flota. De esta manera, ahorran a la hora de comprar repuestos, en su mantenimiento y en el entrenamiento de sus trabajadores. En cambio, las compañías tradicionales cuentan con varios modelos para ejecutar las diferentes distancias y densidades de tráfico con las que operan.
- Precio
Aunque la diferencia clave entre aerolíneas low cost y regulares siempre ha sido el precio, actualmente, es necesario matizar un poco esta afirmación. Si bien es cierto que las aerolíneas de bajo coste ofrecen grandes descuentos en sus billetes de avión, hay que tener en cuenta todos los costes que hemos mencionado en apartados anteriores: equipaje extra, comida y bebida, transporte hacia el aeropuerto, elección de asiento… Dependiendo de tus necesidades y del tipo de viajero que seas, será más o menos rentable que vueles con un tipo de aerolínea u otro.
Por otro lado, con el paso del tiempo, las aerolíneas de bajo coste y las tradicionales han ido confluyendo en precios. Las segundas están reduciendo costes operativos, lanzando promociones y ofreciendo diferentes tipos de tarifas para poder competir con las low cost y atraer a todo tipo de viajeros. También es interesante considerar los descuentos que las regulares ofrecen en trayectos de ida y vuelta.
De otra manera, las de bajo coste también incorporan servicios que las regulares venían ofreciendo para que viajeros de negocios también utilicen sus vuelos. Ahora ya se intuyen tarifas “Premium”, embarques prioritarios o asientos.
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