Siete reglas para sobrevivir a un vuelo largo
Hidratación
Consumir agua y el uso de cremas es importante. Las cremas no son sólo para las mujeres y eso lo sabemos desde hace tiempo, cuando ya se empieza a llenar el estante en el cuarto de baño. Pues un avión en el que se va a pasar una decena de horas es algo parecido. Procure llevar una crema hidratante (pequeña) de manos y cara para que la fatiga y el sueño no hagan mella en usted cuando baje.
Vestimenta Cómoda
No lleve pantalones excesivamente ajustados, no lleve botas o calzado de caña alta, procure tampoco llevar ropa que al ser quitada genere molestias. Véase jerseys muy gruesos o americanas a las que tengas un especial cariño. Por el contrario puede hacerle con una sudadera cómoda o un jersey fino que le permita sobrevivir al vuelo. Si añade al pack unas gafas de sol, tendrá la ventaja de no lidiar con luces potentes cuando menos se lo espere.
Comida
La comida en las alturas no sabe igual que en tierra firme. El ambiente seco y presurizado de los aviones hace que el sentido del gusto no funcione igual, así que no se preocupe del todo por el menú y preocupase de la cantidad y la digestión. Descarte comidas grasas y abundancia de hidratos, apostando por carnes magras y pescados acompañados de frutas, ideales para mantener la hidratación. El alcohol no es recomendable ya que deshidrata.
Entretenimiento
Las películas del avión no son necesariamente las más entretenidas o incluso pueden haber vuelos en los que no hay entretenimiento a bordo. Por lo que una tablet bien cargada de películas, juegos y algún libro será todo lo que necesite para estar entretenido mientras no esté durmiendo. Procure que lo que haga le enriquezca ligeramente, así que no deje su elección a la aerolínea de turno.
Espacio.
Maximizar el espacio viajando en clase turista es una odisea. Por eso le recomendamos que recurra a gadgets inflables como almohadas para mantener la altura de la cabeza de manera correcta sin cargarse sus cervicales. Algo que seguro agradecerá cuando llegue y que hará que no necesite Reflex a la mañana siguiente.
Desconexión
Raros son los aviones que incorporan Wifi, al menos de momento. Así que procure no trabajar en las horas que vuela (salvo que sea algo fundamental). Aproveche este remanso de paz al que añadir auriculares de calidad que insonoricen bien y un pequeño antifaz para la hora del sueño, no vaya a ser que a la aerolínea se le pasara.
Post-viaje
El mundo real ha vuelto y sigue girando, así que va a ser difícil que lo espere mientras se le pasa la ‘resaca’ del vuelo. Complejos vitamínicos con ginseng, guaraná o algo de cafeína pueden ayudarle a despertar sin temores. Además debe volver a hidratarse para que su cuerpo vuelva a ponerse en marcha. Aproveche cada despertar como una mañana nueva, aunque luego sólo esté cinco horas despierto. A su cuerpo le sentará bien.
Fuente: Robb Report
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