¿Cómo mejorar la política de viajes y la política de gastos puede ayudar a retener al mejor personal?
Por un lado, booking.com recientemente ha realizado un estudio que mostraba que el 30 por ciento de las personas aceptaría un trabajo con menor sueldo, si es que este les permitiese viajar más por trabajo. Este grupo de viajeros – principalmente jóvenes- es conocido en términos académicos como “los florecientes hipermóviles”, quienes ven los viajes de negocio a través de un lente más romántico. Ellos disfrutan la oportunidad de viajar gracias a la empresa, y ven los viajes largos y el superar el jetlag como un triunfo.
Por otro lado están los empleados, que normalmente ya están más establecido en sus carreras, que ven los viajes de negocios como una parte negativa de sus funciones. Un artículo en de New York Times habla sobre cómo es que se les está permitiendo a los ejecutivos de mayor nivel que establezcan sus propios términos en las políticas de viajes. Una de las trabajadoras entrevistadas para este artículo, al descubrir que su puesto implicaba viajar por negocios constantemente, insistió en que se le otorgue la posibilidad de elegir horarios de vuelo y aerolíneas para sus viajes – a lo cual la empresa aceptó.
Un reto clave que los líderes de Recursos Humanos y los travel managers corporativos enfrentan es que los grupos que ven los viajes de negocio de manera más crítica son normalmente los más valiosos y difíciles de reemplazar: ejecutivos de venta y alta administración. También son los más costosos de reemplazar – el costo de reemplazar a un ejecutivo senior puede ser de 200 por ciento sobre su salario base. Dado que el 80 por ciento de los viajeros estarían interesados en cambiar de compañía con una mejor política de viajes, este tema no debería ser descontado.
Es por ello, que la organizaciones deben tomar medidas para asegurar que el programa de viajes no este simplemente diseñado para llevar al trabajador del punto A al punto B y de regreso de la manera más barata posible. La experiencia del viajero debe ser incorporada en cualquier política de viajes, sino cualquier ahorro obtenido se puede ver opacado por el costo de tener que reemplazar a un trabajador disgustado (indiferentemente de impactos menos tangibles, tales como oportunidades de ventas pérdidas con trabajadores que se fueron).
Fuente: Chromeriver
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