Baltia, la aerolínea que no ha transportado un solo pasajero en sus 27 años
Baltia se fundó en 1989 con el pomposo propósito de “convertirse en la línea aérea líder en el mercado transatlántico entre Estados Unidos y Europa”, según reza su voluntariosa página web. Sin embargo, 27 años después no sólo no ha logrado convertirse en líder de mercado, sino que no ha transportado ni un solo pasajero, lo que le hace acreedora del título de “peor aerolínea de la Historia”. En su ya prolongada -aunque inerte- trayectoria Baltia ha sido rechazada siete veces por el organismo regulador estadounidense, la FAA.
La atribulada historia de Baltia comienza en 1989, cuando su fundador, el lituano Igor Dmitrowsky, anuncia el servicio entre las ciudades de Nueva York y San Petersburgo, o mejor dicho, Leningrado, que es como se llamó la ciudad entre 1914 y 1991. El plan de Dmitrowsky era ampliar las rutas a Belorrusia, Ucrania y Georgia.
27 años más tarde, la compañía sigue existiendo y demandando capital (ha perdido 114 millones de dólares en este período) pero nunca ha volado, jamás ha generado ni un céntimo de ventas y recientemente ha vendido su única aeronave, un flamante Boeing 747, según explica Michigan Radio. Una desdichada mezcla de bisoñez del propietario (un empresario de la industria láctea), “mala suerte, mal juicio, inspectores fastidiosos y, por supuesto, poco dinero” explicarían la nefasta suerte de Baltia Airlines.
La aerolínea logró una licencia para volar a Leningrado, Riga y otras ciudades del Báltico en 1991, pero faltaba algo: no tenían ningún avión. Durante los años 90 estuvieron negociando la compra de una aeronave de segunda mano pero las negociaciones no llegaron a buen (aero)puerto.
Después de diversos desacuerdos entre los accionistas, algún intento frustrado de venta y una desastrosa salida a bolsa que quemó sus últimas reservas de capital, Baltia consiguió su primer avión, un 747-200 de 38 años de edad y ¡ay! sin motores. Animados por su primera adquisición, al año siguiente compraron un segundo 747 y vendieron el primero, con pérdidas de 1,6 millones por la operación.
Llegados a ese punto, los directivos decidieron mover las operaciones del aeropuerto JFK de Nueva York al mucho más humilde de Ypsilanti, en Virginia, en un intento vano de lograr aprobar el examen de FAA. Ni modo: la autoridad aérea volvió a denegar la licencia a la aerolínea.
Pero a perro flaco todo son pulgas, y mientras la compañía sigue empeñada en su quijotesco objetivo de “liderar el tráfico atlántico entre EE.UU. y Europa”, la entidad reguladora de la Bolsa (SEC) está investigando al vicepresidente financiero de la compañía, Berry Clare: “Aunque Baltia existe desde 1989 -ostensiblemente con el objetivo de operar vuelos comerciales entre Nueva York y San Petersburgo- nunca ha operado un vuelo comercial ni ha generado una sola venta”, se puede leer en el comunicado de la SEC.
La compañía ha respondido a la investigación con un lacónico comunicado, que demuestra que la esperanza es lo último que se pierde:
“El lanzamiento de Baltia ha sido un proceso largo y tedioso. Quiero asegurar a nuestros accionistas que el equipo de Baltia está trabajando diligentemente para conseguir el objetivo de lanzar la compañía”, expresaba el agotado presidente Russell Thal en un comunicado.
Fuente: Tusemanario.com
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